A lo largo dentro de la sociedad la profesión de la contaduría pública ha sido catalogada como una teneduría de libros, o aquellas personas (hombres y mujeres de esta profesión) quienes liquidan los impuestos, son quienes realizan sumas y restas, entre otras estigmatizaciones en los que se tiene esta profesión, frente a una sociedad que avanza a pasos agigantados con sus tendencias tecnológicas, la sociedad sigue viendo en su mayoría a estas persona como alguien más que solo lleva los registros contables.

Debido a lo anterior esta rama ha tenido y tiene una gran labor de romper cada uno de estos paradigmas, culturizando a la sociedad que avanza sobre la gran labor que desempeñan los contadores y contadoras, cada uno aportando avances importantes a esta profesión.

El contador y contadora del presente.

Analizando las tendencias de nuestra profesión, son notorios lo grandes pasos que se han generado, evolucionando en contadores y contadoras en materia de investigaciones científicas, analistas, creadores de estrategias, estudiosos y conocedores de la normatividad que los rodea (legislaciones), expertos en temas internaciones, conocedores de impactos ambientales, mediciones y cuantificaciones de los hallazgos científicos que se realizan dentro de sus investigaciones, entre otras actividades, así mismo el esfuerzo de cada uno de ellos y ellas ha funcionado como catalizador para que estos avances sean notorios y la sociedad los pueda ver como lo que realmente son, no aquellos o aquellas que suelen llevar unos libros con sumas y restas.

Por tal motivo no se puede dejar de trabajar y avanzar como lo han hechos cada uno de nuestros y nuestras colegas a lo largo de las últimas 5 décadas donde los cambios y culturización de esta profesión han mostrado grandes avances.

Aunque tenga contradictores los y las profesiones de esta rama, siguen trabajando día a día, para obtener ese reconocimiento que se han ganado poco a poco, posicionando nuestra profesión también como ciencia de investigación.